Chihuahua.- El reciente despliegue de vehículos blindados Stryker del Ejército de Estados Unidos en la frontera con México ha causado inquietud entre la comunidad migrante y defensores de derechos humanos en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Mientras las autoridades estadounidenses argumentan que la medida busca reforzar la seguridad fronteriza, líderes locales consideran que el mensaje implícito es de intimidación, tanto para migrantes como para grupos criminales.
El pastor Juan Fierro García, director del albergue El Buen Samaritano, expresó su preocupación por la presencia militar y su posible impacto en quienes buscan cruzar la frontera en busca de asilo. “Vemos que más que nada es como un mensaje subliminal hacia las personas, causar cierto temor para que no ingresen a Estados Unidos, y no únicamente a ellos, sino también a los grupos criminales”, señaló.
Asimismo, cuestionó si esta vigilancia “existe en toda la frontera norte de Estados Unidos con México, o nada más es en algunos lugares como para llamar la atención”.
Operativo conjunto y refuerzo militar
El despliegue de los vehículos en la frontera texana forma parte de un operativo conjunto entre el Departamento de Defensa de Estados Unidos y la Patrulla Fronteriza.
Claudio Herrera Baeza, integrante del sector de El Paso de la Patrulla Fronteriza, explicó que la acción es resultado de la cooperación entre agencias de seguridad. “Es una muestra de la colaboración entre el Departamento de Defensa y la Patrulla Fronteriza”, señaló.
De acuerdo con Herrera Baeza, más de 200 vehículos blindados han sido desplegados en la región, con la posibilidad de que lleguen más. Sin embargo, no precisó cuántos efectivos militares participan en el operativo.
Críticas por violaciones a derechos humanos
El refuerzo militar ocurre en medio de un endurecimiento general de la vigilancia fronteriza, que incluye la autorización a la Guardia Nacional de Texas para realizar detenciones de migrantes.
Líderes religiosos y activistas han criticado la medida, advirtiendo sobre posibles violaciones a los derechos humanos.
“Cada vez el protocolo es diferente y también las personas que van a detener a los migrantes probablemente no tengan el tacto de hacerlo de una forma correcta. (…) No sabemos si realmente estén preparados para detener a migrantes que no son criminales, son seres humanos”, expresó Fierro García.
El pastor alertó que estas acciones incrementan el temor entre los migrantes, quienes ya enfrentan dificultades en su tránsito por México y en su intento por cruzar hacia Estados Unidos.
Impacto en la comunidad migrante
En Ciudad Juárez, los albergues continúan recibiendo a cientos de migrantes que esperan una oportunidad para ingresar legalmente a Estados Unidos.
Fierro García detalló que su refugio actualmente alberga a 50 personas en espera de un nuevo proceso migratorio.
Por su parte, las autoridades estadounidenses afirman que el flujo migratorio reciente ha disminuido, lo que atribuyen a las medidas de control. Según datos de la Patrulla Fronteriza, los encuentros diarios con migrantes en el sector de El Paso han bajado a un promedio de entre 40 y 50 personas, en comparación con las 100 a 150 diarias registradas el año pasado.
El despliegue de vehículos blindados se mantendrá en la frontera durante los próximos meses, mientras las autoridades evalúan su impacto en la seguridad de la región.