Los incendios forestales son cada vez más intensos y frecuentes y arrasan comunidades y ecosistemas a su paso. En los últimos años se han batido récords de incendios forestales en todo el mundo, desde Australia hasta el Ártico, pasando por América del Norte y del Sur. Con el aumento de las temperaturas globales, la necesidad de reducir el riesgo de incendios forestales es más crítica que nunca.
Un nuevo informe, Propagándose como un incendio forestal: la creciente amenaza de incendios excepcionales en paisajes, elaborado por el PNUMA y GRID-Arendal, concluye que el cambio climático y el cambio en el uso del suelo están empeorando los incendios forestales y prevé un aumento global de los incendios extremos incluso en zonas que antes no se veían afectadas. Los incendios forestales incontrolables y extremos pueden ser devastadores para las personas, la biodiversidad y los ecosistemas. Además, agravan el cambio climático, ya que aportan importantes gases de efecto invernadero a la atmósfera.
El PNUMA hace un llamamiento urgente a los gobiernos para que se replanteen su enfoque de los incendios forestales extremos. Al pedir una nueva “fórmula de preparación para el fuego” y reconocer el importante papel de la restauración de los ecosistemas, podemos minimizar el riesgo de incendios forestales extremos estando mejor preparados y reconstruyendo mejor tras ellos.