Abusos de la FGR en la Carretera Monclova – Saltillo: Una Alarma Inaceptable
Corresponsales Nacionales/ Periodismo Sin Reserva
Coahuila-. La denuncia de abusos cometidos por elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) en la carretera Monclova – Saltillo es un llamado urgente a la atención de las autoridades y a la reflexión de la sociedad en su conjunto. Los hechos ocurridos durante la mañana de un jueves, donde una familia proveniente de Texas vivió un auténtico calvario a manos de quienes deberían proteger la ley, son un síntoma alarmante de la impunidad que sigue permeando en ciertos sectores de la seguridad pública.
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Es indignante pensar que aquellos encargados de salvaguardar la integridad y el bienestar de los ciudadanos se conviertan en los mismos perpetradores de abuso de autoridad, maltratos e incluso abuso sexual. En un retén supuestamente destinado a garantizar la seguridad, esta familia fue sometida a un ultraje de sus derechos humanos más fundamentales.
Es esencial destacar que estos retenes intermitentes realizados por la FGR sin previo aviso a las autoridades locales refuerzan la percepción de un poder desmedido y ajeno a la supervisión pública. El alcalde de Ramos Arizpe, José María Morales Padilla, admitió la falta de control sobre estas acciones y subrayó la independencia de la FGR respecto a las autoridades locales.
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Resulta inaceptable que la ciudadanía se enfrente a situaciones tan vulnerables y perturbadoras en manos de quienes deberían ser ejemplos de integridad y justicia. Estos episodios oscurecen aún más la relación entre la población y las fuerzas de seguridad, minando la confianza que debería existir en cualquier sociedad civilizada.
Es fundamental que tanto las autoridades federales como locales tomen medidas contundentes para investigar a fondo estas denuncias y asegurar que los responsables enfrenten las consecuencias de sus acciones. Además, la sociedad debe demandar una mayor transparencia y rendición de cuentas por parte de las instituciones encargadas de la seguridad pública.
Los abusos de poder no pueden ser tolerados ni pasados por alto en una sociedad que aspira a la justicia y al respeto de los derechos humanos. Este caso de la carretera Monclova – Saltillo debe ser un punto de inflexión que impulse reformas y medidas que garanticen la protección de los ciudadanos, evitando que las fuerzas del orden se conviertan en perpetradores de violencia y temor.