Xóchitl Gálvez, aspirante a la presidencia por el Frente Amplio por México (FAM), demandó que el gobierno federal explique la partida que solicitó para la compra de un avión presidencial, en el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2024.
Entrevistada al salir de una reunión con integrantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) criticó que se sigan solicitando recursos para pagar el avión presidencial adquirido por el gobierno de Felipe Calderón y vendido en abril al gobierno de Tayikistán por mil 658 millones de pesos.
En el proyecto de presupuesto para el año entrante, el gobierno federal solicitó la asignación de 387 millones 618 mil pesos para el pago de una aeronave de “transporte estratégico para uso presidencial y del Estado Mayor”. Esa cifra corresponde a los pagos por arrendamiento financiero del avión presidencial que se vendió en abril pasado.
“No me queda claro cómo estuvo la venta, porque está solicitando 595 millones de pesos para pagar a Banobras el anterior avión presidencial. Entonces, ahí o no pagaron lo que decían que iban a pagar o se lo están pagando en abonos, pero ese tema hay que aclararlo. Y lo del nuevo avión presidencial hoy lo vi como nota y sería muy mal mensaje. Sí se necesitaba y malbaratar el otro es muy delicado y muy grave”, advirtió.
La senadora comentó que expuso a los líderes del CCE su preocupación por el déficit presupuestario de 4.9% que plantea el gobierno federal para el próximo año.
“Externé que un buen manejo de las finanzas públicas es clave para una buena calificación. Ahí pueden empezar los problemas de un país”, alertó.
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Los temas en la reunión privada con los empresarios fueron las trabas para las inversiones, el cambio de reglas para el sector energético, la pérdida de liderazgo de México en materia de comercio exterior, la falta de apoyo para las medianas, pequeñas y microempresas, así como la inseguridad por el cobro de piso por parte de la delincuencia organizada.
Gálvez rechazó ser la “favorita” de los empresarios con miras a las elecciones de 2024. Recordó que ella misma es dueña de una compañía, además de que ha mantenido comunicación con ellos desde sus cargos políticos.
Finalmente, al preguntarle sobre la situación de la casa que compró a un desarrollador que comenzó los trámites cuando era delegada en Miguel Hidalgo, descartó que se vaya a demoler, como lo pidió la dirigencia de Morena en la Ciudad de México.
“Claro que no la van a tirar, son cobardes, yo los reto a que la tiren, si está mal que la tiren”, dijo.