Este martes, durante la tarde, fue descubierta una cabeza humana junto a una narcomanta con amenazas dirigidas al cantante Eduin Caz, vocalista del popular grupo musical Grupo Firme. El macabro hallazgo ocurrió en un puente en el municipio de Tijuana, Baja California, sobre una hielera y con dirección hacia la colonia La Gloria.
Según medios locales, este es el segundo incidente similar en la misma zona en menos de un mes. El 3 de febrero se localizó una cabeza de una mujer con cabello rojo en el mismo lugar. Además, días antes, en circunstancias igualmente macabras, fue encontrado un cuerpo decapitado dentro de un tambo en la zona centro de Tijuana, junto a otro hombre.
La narcomanta dirigida al Grupo Firme, intérpretes de la canción “Ya supérame”, contenía un mensaje claro de amenazas. “Grupo Firme, si tocan en el Carnaval de Mazatlán los vamos a matar a todos. Recuerden que ustedes viven en Tijuana. Hasta el que pone las luces lo vamos a matar”, se leía en el mensaje, el cual refleja la gravedad de la situación de violencia en la región.
El Carnaval de Mazatlán, que se celebrará del 27 de febrero al 4 de marzo, tiene en su cartelera al Grupo Firme para el sábado 1 de marzo, junto a otros artistas de renombre como Plácido Domingo y Alejandro Sanz. Sin embargo, la amenaza podría afectar la presentación de la agrupación, que se encuentra bajo el ojo del crimen organizado.
La situación en el Estado de Sinaloa, especialmente en Mazatlán, es tensa, pues la violencia ha aumentado en los últimos meses debido a una guerra urbana iniciada por el Cártel de Sinaloa. Según datos de la Fiscalía General del Estado (FGE), hasta el 10 de febrero se han registrado 848 homicidios en los últimos cinco meses, relacionados con la lucha entre los grupos criminales de Los Chapitos y Los Mayos. A esto se suman miles de personas desaparecidas y un notable desplome económico en la región.
Este contexto de violencia y amenaza a la seguridad pública pone en duda la celebración de eventos masivos en áreas conflictivas, como el Carnaval de Mazatlán, y refleja el clima de inseguridad que enfrenta el noroeste de México.