Patricia Romero, madre de Patricia Trujillo, una paciente de 29 años diagnosticada con cáncer de colon, se vio en la desesperante situación de rogar por un elevador en el Hospital Regional 20 del IMSS en Tijuana. La cirugía de su hija, programada para extirpar el tumor, fue suspendida debido a la falta de elevadores operativos, obstáculo que impidió llevar a Patricia al área de recuperación en el cuarto piso.
El hospital, que cuenta con tres elevadores, solo tenía uno en funcionamiento tras años de fallas en los otros dos. Sin embargo, un apagón en agosto terminó por descomponer el último elevador, complicando las operaciones y el movimiento de pacientes y personal en el edificio. Esta situación obligó al personal a subir medicamentos y alimentos por las escaleras y suspender cirugías importantes, como la de Pat.
Patricia fue diagnosticada con cáncer en una consulta privada, después de que en el IMSS, inicialmente, diagnosticaron sus síntomas como estreñimiento y luego como hemorroides. Sin embargo, el costo de la cirugía en una clínica privada la llevó de vuelta al IMSS, donde, después de varios estudios, le programaron la intervención para el 8 de agosto. lamentablemente, las fallas eléctricas y el elevador dañado retrasaron el pro
Al ver el caso de su hija estancado, Patricia Romero compartió su situación en redes sociales, lo que generó atención mediática y presión pública. Finalmente, el IMSS accedió a trasladar a Patricia a otro hospital para la operación. Sin embargo, cuando la cirujana intentó realizar la intervención, descubrió que el tumor había crecido, complicando el
El caso de Patricia Trujillo no solo expone problemas de infraestructura y mantenimiento en el IMSS, sino que también refleja los efectos de los recortes presupuestales en el sector salud.