Fuerzas federales y estatales repelieron una agresión de un comando en un poblado de Tepalcatepec, en Michoacán
Al menos tres sicarios fueron abatidos por elementos de la Guardia Civil, Ejército Mexicano y la Guardia Nacional tras un enfrentamiento en la región de Tierra Caliente, Michoacán, epicentro de una ola de violencia derivada de pugnas entre cárteles del narcotráfico.
Una fuente de la 43 Zona Militar, con sede en la Tierra Caliente de Michoacán, informó a EFE que los sicarios formaban parte de un grupo armado que atacó un convoy del Ejército, Guardia Nacional y Guardia Civil (Policía Estatal) la tarde del jueves, en el poblado de Pancha López, municipio de Tepalcatepec, colindante con Jalisco. Tras el ataque, los militares y policías repelieron la agresión, abatiendo a tres sicarios, mientras que sus cómplices huyeron entre la maleza, abandonando un rifle antiblindaje calibre .50 (Barret), así como cuatro fusiles de asalto tipo AK-47 y AR-15.
Los sicarios abatidos aún no han sido identificados, por lo que se desconoce a qué cártel del narcotráfico pertenecían.
Previamente, una mina terrestre de fabricación casera explotó en el poblado rural de Punta de Agua, municipio de Buenavista, al paso de una patrulla de la Guardia Civil, dejando heridos al comandante Ángel Ríos Hernández y a tres agentes. Los lesionados fueron trasladados en tres helicópteros a un hospital de Morelia.
Estos incidentes se suman a una serie de enfrentamientos registrados el jueves en los municipios de Buenavista, Tepalcatepec y Apatzingán. Cuatro cárteles del narcotráfico, divididos en dos grupos, mantienen una lucha por el control de actividades ilícitas en la región. El primer grupo está compuesto por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Los Viagras (Cárteles Unidos), mientras que el segundo grupo lo conforman el Cártel de Tepalcatepec y el Cártel de Los Caballeros Templarios.
Los cárteles disputan el control de la producción y tráfico de drogas como marihuana, cocaína y metanfetaminas, además de actividades como secuestro y extorsión a productores de limón, ganaderos, agricultores, comerciantes, transportistas y empresarios de la región.