Agentes de la Guardia Civil, la Guardia Nacional y el Ejército mexicano confiscaron cientos de artefactos explosivos que sicarios utilizan como cargas para drones, minas terrestres y morteros de fabricación casera. El hallazgo se realizó en una “narcofábrica” clandestina ubicada dentro de una bodega agrícola en el poblado de Cenobio Moreno, en el municipio de Apatzingán, región de Tierra Caliente, Michoacán.
Gracias al trabajo interinstitucional, se desactivaron 130 explosivos en Cenobio Moreno, Apatzingán. Seguimos trabajando para garantizar la seguridad en Michoacán. #HonestidadyTrabajo pic.twitter.com/XMlcNJaB22
— SSP MICHOACÁN (@SSeguridad_Mich) September 1, 2024
Este descubrimiento es el tercero en una semana. Una fuente de la Guardia Civil informó a EFE que la bodega se encontraba a solo 200 metros de una fábrica de explosivos similar que estalló el sábado, causando la muerte de seis hombres y heridas a otro, quien posteriormente falleció en un hospital. Se sospecha que ambas instalaciones son operadas por el Cártel de Los Blancos de Troya, liderado por César Alejandro Sepúlveda Arellano, alias ‘El Bótox’, uno de los delincuentes más buscados en Michoacán.
La primera de estas fábricas fue descubierta el 28 de agosto en una vivienda en el poblado de Eréndira, municipio de Buenavista, colindante con Apatzingán. Un día después, siete agentes del Ejército resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, cuando intentaban desactivar varios de los artefactos manualmente.
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Este domingo se cumplieron siete días consecutivos de enfrentamientos entre dos grupos de narcotraficantes en la franja territorial que comprende los municipios de Apatzingán, Buenavista y Tepalcatepec. Uno de los grupos está formado por la alianza del Cártel de Los Viagras, Los Blancos de Troya y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), mientras que el otro grupo está integrado por el Cártel de Tepalcatepec y el Cártel de Los Caballeros Templarios.
La violencia generada por estos grupos ha causado múltiples incidentes, incluyendo un ataque con mina terrestre que hirió al comisario regional de la Guardia Civil, Ángel Ríos Hernández, y a cuatro de sus escoltas el pasado jueves. Ese mismo día, tres presuntos sicarios del CJNG fueron abatidos por soldados y policías en Tepalcatepec.
Estos enfrentamientos forman parte de la lucha por el control del tráfico de drogas como marihuana, cocaína y metanfetamina, así como otras actividades ilícitas como el secuestro y la extorsión de productores locales, ganaderos, agricultores, comerciantes, transportistas y empresarios.
